Una vez más vengo a contaros otra salida de pesca, esta vez cambiamos la hora de salida,
por lo cual nos evitamos el madrugón.
Entre la salida que os relataré a continuación y la anterior relatada tuve ocasión de remojar los
señuelos, pero entre la falta de tiempo y la poca cosa que contar nisiquiera merece una entrada.
El caso es que al empezar a pescar desde kayak, casi todas mis salidas las realizaba al salir del
trabajo, intentando estar en el agua como máximo a las 16:00 y sobretodo en verano, para aprovechar
bien el día y estar en el agua a la caída del sol.
Casi siempre salía solo y muchas veces me encontraba con mis tios y tia en el agua (iban en zodiak).
Al empezar a salir con más gente en kayak fuí aprovechando más la mañana que la tarde, saliendo como viene siendo costumbre, al amanecer.
Estar en el agua en el momento en que el Sol va cayendo te transmite una sensación increíble, hayas pescado o no, estés de mal humor o no, siempre me recorre una sensación de paz y tranquilidad que te recarga las pilas.
Al agua salimos Jaime y yo, y ya dentro nos encontramos con otros dos kayeros en plena faena.
Un encuentro con un viejo amigo de pesca, que hacía tiempo no veía en acción.
Referente a la pesca, por mi parte una cabrilla y otra de parte de Jaime.
Horas de intentos y más intentos, dos jigs que se quedaron en el fondo, y más ganas de salir otra vez.
Saludos y buenas pescasss
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